Una primera comunión es un evento significativo y conmovedor en la vida de un niño y su familia, digno de ser capturado en imágenes inolvidables. A continuación, compartimos algunos consejos para tomar las mejores fotos en este tipo de acontecimientos.
1. Prepárate para el evento: Antes de llegar al lugar, prepara tu equipo y comprueba que tu cámara funcione correctamente. Consulta las restricciones de iluminación y el permiso para tomar fotos durante la ceremonia.
2. Elige la ubicación: Un buen fotógrafo de comuniones debe saber elegir la ubicación para las fotos. Si es posible, visita el lugar antes de la ceremonia para identificar los mejores lugares para las tomas. Los lugares con buena iluminación natural y fondos neutros suelen ser la mejor opción.
3. Capta cada momento: Los momentos más importantes a captar serían la entrada, la lectura del evangelio, la oración del padre, la comunión y la bendición final. Sin embargo, no te limites a estos momentos y mantente alerta para captar emociones y expresiones espontáneas.
4. Composición y encuadre: Trata de utilizar la regla de los tercios para definir la posición de los sujetos en tus imágenes. No olvides incluir fotos de detalles como la vestimenta, la decoración y los rituales de la ceremonia.
5. Interactúa con el primera comunion niño: Haz coincidir tus imágenes con la personalidad del niño. Pequeñas conversaciones y palabras de aliento ayudarán a que se sienta cómodo y a que muestre su personalidad.
6. Experimenta con los ángulos: No te conformes con las fotos clásicas, prueba diferentes ángulos y perspectivas para darle un toque único a tus imágenes.
7. Revista las fotos en el momento: Si tienes la oportunidad, revisa las fotos mientras las haces para asegurarte de que estén saliendo como quieres.
Recuerda que la fotografía de primera comunión no sólo debe representar la solemnidad del evento, sino también, capturar la inocencia, la dicha y la emoción del niño que está dando un paso importante en su camino espiritual.